Cuando vamos a volar en modo libre (sin motor), se despega suavemente; una breve carrera y ya estamos en el aire. En el aterrizaje nos posamos despacio, utilizando los pies, a veces tenemos que dar una pequeña carrerita de unos pasos. Ello dependerá de la intensidad del viento, pero siempre todo con suavidad. Cuando volamos con motor (paratrike) despegamos y aterrizamos sentados y lo único que hay que hacer es disfrutar al máximo de la experiencia.