Ager (Lleida). Fue un intenso fin de semana en la localidad leridana. Un equipo de Parapente Madrid se desplazó a tierras catalanas con el objetivo de seguir formando a sus profesionales, de un lado, y para experimentar nuevas sensaciones en el aire (y también en el agua), del otro.
Parapente Madrid en Ager
Allí tomamos parte de un curso SIV de seguridad y acrobacias sobre superficie acuífera –en este caso la del pantano de Sant Antoni de la Pobla del Segur- como un complemento más para la formación de vuelo, experimentando maniobras sobre el agua y adquiriendo considerable altura. El despegue se realiza con torno desbobinador instalado en una lancha motora.
La formación de un piloto de parapente es un aspecto en continuo reciclaje (especialmente para adaptarse a los nuevos materiales) y constituye un elemento indispensable para hacer frente a posibles inconvenientes en pleno vuelo, evitar la comisión de errores y conocer maniobras especiales a las que recurrir en caso de necesidad.
Pruebas con paracaídas
Durante la estancia en Ager, Parapente Madrid realizó el remonte en trike para que un profesional se lanzara desde el mismo sobre el pantano para probar un paracaídas de la marca Windtech, modelo Rogallo.
Los pilotos técnico-deportivos de Parapente Madrid realizaron pruebas, por su parte, con el paracaídas PDA presente en los vuelos biplaza, con el que el aterrizó en el agua, previa aplicación de maniobras de cierta complejidad como un ejercicio más de formación y adquisición de conocimientos en el aire.
¡Vive la Aventura!