Cómo llegar a La Muela de Alarilla
Alarilla (La Muela), en Guadalajara, está a una hora de Madrid por la A-2 en dirección a Zaragoza. Es un cerro testigo facilmente visible desde la carretera. El acceso a La Muela se hace por una pista hormigonada que parte del pueblo de Alarilla. Para acceder a ella es recomendable girar a la izquierda en el primer acceso al pueblo y continuar por la pista hasta la cima.
Nuestra zona de vuelo
La actividad la desarrollamos si es posible en el paraje conocido como ‘La Muela’, situado en el término municipal de Alarilla (Guadalajara), lugar con bonistas vistas y grandes condiciones para el vuelo.
Dicho lugar es uno de los cerros testigos y privilegiado mirador de la Alcarria, situado en medio del corredor del Henares. Su forma en planta se asemeja bastante a un rectángulo cuya diagonal sigue la dirección norte-sur. Tiene un desnivel máximo de 260 metros y sus vertientes orientadas a los cuatro puntos cardinales, lo que hacen de él uno de los sitios más emblemáticos para el disfrute del parapente en España.
El acceso al cerro se hace por carretera asfaltada hasta la cumbre, tanto los que van a volar como sus acompañantes pueden subir en su coche hasta la zona de despegue. Arriba tendremos el privilegio de disfrutar en la misma de un bar con terraza, con unas vistas inmejorables.
Se puede aterrizar arriba cuando el viento lo permita y si no hay dos aterrizajes «oficiales» a ambos lados de ella, uno próximo al río Henares por el lado Suroeste (con un desnivel de 260 metros) y otro próximo al mismo pueblo de Alarilla por el lado Noreste (con un desnivel de 150 metros).
Sus condiciones aerológicas están principalmente supeditadas, por una parte, al dictado de la aerología propia del río Henares, que tiende a encauzar los vientos en superficie a lo largo de él, y por otra al movimiento del sol. Esto último provoca, sobre todo en los meses de verano, o días de mucha insolación, que el viento vaya rolando en el sentido de las agujas del reloj.
Es muy típico, que a primera hora de la mañana se pueda volar en su cara noreste, que a media mañana haya que despegar desde la cara sureste y que durante la tarde y hasta el ocaso se realicen vuelos de termoladera en la cara suroeste.
También hay que contar con la proximidad del Sistema Central (que puede enviarnos turbulencia o vuelo de onda), con la humedad propia del río y con una capa de inversión algo más baja que al otro lado de aquella cordillera durante las semanas centrales del verano.