Recuerdo vuestra primera llegada al término Municipal de Alarilla… Era el año 1990.
Por aquella época las escuelas y centros de vuelo vivían buenos momentos y los pueblos donde se asentaban tenían un montón de “nuevos vecinos”.
Fruto de aquella relación entre caseros e inquilinos, (Carlos Rolandi de Nueva Aviación y Julian Abad de la Asociación Juvenil de Alarilla) surgió un día la idea de invitaros a que, vuestra llegada a nuestro pueblo fuera volando durante la tarde-noche del día 5 de Enero.
Para dar vistosidad a vuestras peculiares carrozas, se montaron farolillos colgantes, que se amarraron, como buenamente se pudo, en las ligeras estructuras que tuvisteis que manejar.
Para el aterrizaje de sus altezas reales, improvisamos una pista iluminada con los faros de los coches, la pusimos en un sitio de fácil acceso y que supiéramos a ciencia cierta que todo vuestro sequito pudiera llegar, pues en aquella época algunas de las aeronaves, que podíamos poner a vuestra disposición, andaban algo justas de planeo.
Recuerdo como tras aterrizar, subíais al pueblo, ya fuera a caballo o en remolque, hasta llegar al centro de la Villa, donde el Belen allí montamos todavía.
Aquello fue la semilla de una pequeña historia que todavía perdura y ha ido evolucionando con los años. El nombre Alarilla se iba a mencionar por algo más que las crónicas de sucesos y accidentes. Atraería más visitantes, así como aspirantes a imitaros en la forma de llegar a nuestra Villa.
Al año siguiente y viendo el espectáculo que nos brindasteis a los vecinos y asiduos del lugar, decidimos ponerle más ganas y medios a tan grandioso suceso. Así para el 1991 recuerdo que ya preparamos vuestra llegada con más tiempo.
Habitantes, vecinos, visitantes, gente muy joven y entusiasmada, con más capacidad de trabajo e imaginación, que medios, se habían aliado con los «voladores residentes» en los «nidos escuela» del pueblo, donde se podían encontrar a los maestros en arte de imitar a las aves.
Entre todos preparamos una llegada mucho más espectacular y elaborada con bengalas de cumpleaños
Aquel Diciembre del 90 y Enero del 91, corría mucha magia por las calles y casas del pueblo, donde las mujeres preparaban con sus manos los trajes y coronas para ataviaros.
Las luminarias habían encontrado una ubicación fija, algunas corrían por los perfiles del ala, otras se arriostraban a la estructura del puesto de mando. Para las aeronaves de vuestro sequito, los pajes, se dispusieron bombillas de forma que ascendían por las líneas hacia la vela, siendo vistoso y elegante. Incluso se dispuso una cuarta aeronave, que llegó volando primero, haciendo de estrella, que os precedería y abriría el evento (synairgie con un rotor de emergencias)
Los jóvenes del pueblo bajaron por la ladera del cerro con antorchas indicando el punto donde las luces se encenderían a vuestra llegada para proceder al aterrizaje y a su vez la palabra «PAZ» era también formada con antorchas en la ladera.
Conseguimos megafonía, y dimos paso a la locución durante vuestro descenso. Entre aterrizaje y siguiente avistamiento, nos instruirían acerca de vuestros orígenes y procedencias, cultura y significados. Todo ello con villancicos y música Navideña, ambientando las casi siempre frías noches de Enero. Fuegos de artificio, para ser lanzados desde lo alto del cerro de nuestro pueblo, tan grande suceso tenía que ser proclamado a los 4 vientos.
Carteles, entrevistas en radio, cuñas publicitarias para su máxima asistencia.
Teníamos miedo de vernos desbordados por las expectativas generadas, e incluso contamos con la ayuda de voluntarios, vecinos de otras comunidades lindantes, que gustosamente nos ayudaron a controlar a la ingente cantidad de visitantes que el evento desató.
El suceso fue ampliamente cubierto prensa, radio y televisiones. La noticia había corrido por la campiña y pueblos de alrededor.
Con la complicidad de los padres de la chiquillería de los pueblos vecinos, la entrega de pequeños presentes en el Ayto. fue multitudinaria, había chiquillos de localidades vecinas que habían venido para recibir de vuestras manos, su pequeño regalo. El pueblo rebosaba de gente, vida, alegría….
Para el año 1992, trabajamos para solventar los problemas que tuvimos la edición anterior, creíamos que no se podría mejorar mucho más y solo perfeccionar cosas.
El 5 de Enero la entrada de un frente modificó los planes y no se pudo realizar la parte aérea de vuestra llegada. Duro mazazo… Otro año será.
Pero de aquello aprendimos, que si no se puede hacer que vengáis volando, podemos mantener nuestra hospitalidad con vosotros y nuestros visitantes y ahí empezamos a desarrollar un poco más la parte de la acogida en el pueblo.
Se empezó a crear ambiente con el afilador, la hilandera, el caldo, las castañas, el choricillo, el vino y las hogueras para reponerse del frio.
Transcurrieron los años y transcurrieron vuestras llegadas, creo que fue por el 1998 tuvimos ocasión de disfrutar de vuestra llegada en la vega de nuestro pueblo. Algunos cambios fueron ocurriendo y la estrella anunciadora pasó a ser un paramotor.
El año 2000 y 2001 fueron dos ocasiones seguidas que no se pudo hacer, la Meteo no acompañó…quizás fue uno de los momentos en que más peligraba la continuidad de la tradición.
Otro año también recuerdo que estuvo lloviendo toda la semana, amaneció despejado el día 5 llegasteis volando y tras acabar la recepción… esa misma noche se puso a llover; De alguna manera, las gestiones de vuestros embajadores en las capas bajas de la troposfera habían dado resultado y nos concedieron una breve pero preciosa tregua.
Noches varias, con vientos y temperaturas estupendas y a veces no tan gratos, con incidentes, muy pocos y por suerte menores. Os hemos visto llegar desde todas las orientaciones posibles, ya sabemos cómo es el tema del caprichoso “Eolo”.
El 2009 nos trajo la triste noticia del fallecimiento del maestro de vuelo para Baltasar…. Otro duro golpe…si bien empiezan a aparecer nuevos incondicionales y se atisban nuevas posibilidades pero el año 2010 la Meteo no nos permitió veros llegar volando, otro revés.
Un poco de desaliento. ¡Pero seguimos! ¿Qué podemos hacer mejor que esto?
En el 2017 por primera vez en este siglo, habéis vuelto a presentaros en la vega de nuestro pueblo, cara norte de La Muela.
Este año los parapentes de los pajes iban con iluminación led, las líneas estaban construidas con diodos de alta luminosidad soldados a mano uno a uno, con un total de aproximadamente 300 leds por parapente. Trabajo que durante algunos meses pudo realizarse gracias a Ruben Abad, Olaya Abad, Roberto Navarro y Sergio Laguna.
Otra mejora que estos ayudantes quisieron poneros, pero que no funcionó del todo bien, fue instalar detonadores eléctricos para las bengalas de las Alas Deltas que utilizarías esa noche especial. Todo siempre para facilitar vuestra llegada a Alarilla.
¡Os esperamos! Con la ilusión… Siempre expectantes a ver que depara al año siguiente
Gracias Majestades
CURIOSIDADES
La primera Edición como pajes volaron Guillermo de la Torre, Mariano Parra y Carlos Elvira (¿os suenan esos nombres?) A Guille las chispitas de una bengala le chamuscaron el parapente, un Gaypalee, creo y por eso se optó por electrificar los parapentes hasta que encontremos algo mejor.
Sin la colaboración de Carlos Rolandi, las ocurrencias de Julian Abad y la capacidad de trabajo de las gentes de Alarilla y su(s) Asociación(es), esto no podría haber nacido y empezar a crecer.
No se habría mantenido sin la colaboración de “Los Osos” (Benja y su gente), Angel Luis Garcia (club ala delta Cumulus), Martin Peralta (Tienda de La Muela) y actualmente Sergio Laguna (Parapente Madrid).
Las alas eran 2 Synairgie cc y La Mouette profil. Imaginaros lo que tiene que ser despegar con las linternas bailando a tu alrededor mientras corres y volar mientras ellas giran a su aire. Se colocaron un poco altas para que solo estorbaran al despegar y aterrizar, no en el vuelo.
Las bombillas halógenas dicroicas las colocábamos en los montantes y en unas mochilas que construimos con envases de plásticos reciclados para poder poner en la espalda de los pilotos de parapente las baterías.
En las alas las baterías se situaban en la quilla, próximas al centro de gravedad. Casi 4,5 Kg de baterías cada piloto ya fuera de ala o parapente.
El envolvente/soporte de los focos eran botes metálicos de refrescos a los que con un pequeño mecanizado anclábamos los halógenos.
Las “parábolas” para dirigir el haz de luz de las bombillas de 5 y 10 w de automoción de los primeros años, estaban hechas con cartones de tetrabrik que forrábamos con papel de aluminio para ganar en brillo.
Nuestro Baltasar particular fue Angel Garcia Gamo, quién, salvo en 2 ocasiones, hizo durante muchos años de rey hasta el año de su fallecimiento.
En la década de los 90 Alarilla era el municipio de España con mayor porcentaje de “voladores “del territorio Nacional, casi el 10% de la población volaba de forma regular (no está mal para un pueblo de poco más de 100 habitantes).
La rampa de la Cara SW la construyeron un par de pilotos alemanes que eran a su vez importadores de Fisterwalder una marca alemana que tenía varios modelos que se podían plegar en corto. Una de las alas que volaban la TopFlex tenía diedro negativo, y construyeron la rampa para poder ganar un poco de altura con respecto a la forma cóncava del despegue, pues era muy fácil dar con los planos durante la carrera.
Con posterioridad y debido a su deterioro, Angel Garcia, miembros del Club Vuelo libre Alcarreño y otros pilotos y vecinos del pueblo con una pequeña financiación por parte de la Fed Territorial de CLM la sustituyeron por la que está actualmente.
El año 2016 la Cabalgata tuvo especial significado para nosotros Javier Sanchez que durante 3 años ejerció de rey, nos dejó tras un lamentable accidente. Fue una noche de vuelo estupenda en la que Daniel Font supo sustituirle. Y los parapentes brillaron por su buen hacer en un despegue muy al límite.